Marianne Díaz Hernández es una de esas figuras femeninas con quien da gusto hablar. Uno se sumerge de inmediato en la discusión cultural y salta, como un pez, de un tema a otro. Su verbo es rápido y su mente ágil. Es una mujer con un tono de voz muy interesante. Marianne formó parte del grupo narrativo que precedió al mío en los talleres de creación literaria auspiciados por la editorial Monte Ávila y quedó seleccionada para merecer el V Premio Para Autores Inéditos –de la misma editorial- en Mención Narrativa.
Su libro, Cuentos en el espejo, ofrece un caleidoscópico universo femenino que da gusto explorar. Adoro su prosa, más allá de nuestra amistad literaria; aunque tengo pendiente todavía hacer una reseña apropiada acerca de su publicación.
En una de nuestras animadas charlas telefónicas, Marianne me confesó su sueño de poder montar una editorial; lo hablamos como un tema circunstancial. Ella me contó acerca de su placer y yo le revelé mi pasión por poder trabajar en una librería; ambos reímos por nuestro inexcusable amor por la buena literatura. El asunto quedó así, como un grano más en la playa de nuestras discusiones.
La mayor sorpresa vendría algunos meses después, cuando me hizo llegar la información de que se lanzaba al ruedo. El nacimiento de la editorial Cronopios era un hecho concreto. Una enorme sonrisa curvó mis labios al comprobar que un sueño ajeno era alcanzado y celebré mucho su lanzamiento. Me pareció que era una propuesta muy interesante en nuestro país y que toda empresa que contribuya a ampliar la oferta literaria es bien recibida. Por ahora, no obstante, se entretiene en la selección del material que conformará la primera edición. Estoy por completo seguro de que podremos acceder a excelentes propuestas a través de sus mágicas manos y sus perspicaces ojos.
http://www.editorialcronopios.com
Su libro, Cuentos en el espejo, ofrece un caleidoscópico universo femenino que da gusto explorar. Adoro su prosa, más allá de nuestra amistad literaria; aunque tengo pendiente todavía hacer una reseña apropiada acerca de su publicación.
En una de nuestras animadas charlas telefónicas, Marianne me confesó su sueño de poder montar una editorial; lo hablamos como un tema circunstancial. Ella me contó acerca de su placer y yo le revelé mi pasión por poder trabajar en una librería; ambos reímos por nuestro inexcusable amor por la buena literatura. El asunto quedó así, como un grano más en la playa de nuestras discusiones.
La mayor sorpresa vendría algunos meses después, cuando me hizo llegar la información de que se lanzaba al ruedo. El nacimiento de la editorial Cronopios era un hecho concreto. Una enorme sonrisa curvó mis labios al comprobar que un sueño ajeno era alcanzado y celebré mucho su lanzamiento. Me pareció que era una propuesta muy interesante en nuestro país y que toda empresa que contribuya a ampliar la oferta literaria es bien recibida. Por ahora, no obstante, se entretiene en la selección del material que conformará la primera edición. Estoy por completo seguro de que podremos acceder a excelentes propuestas a través de sus mágicas manos y sus perspicaces ojos.
http://www.editorialcronopios.com