Después de tantos sinsabores y de experiencias agridulces, mi corazón, sin mi consentimiento, se ha ido cerrando herméticamente. Los pocos valientes que se atreven a intentar descubrir sus secretos se topan de frente, colisionan, con una pared de concreto, con un cofre cerrado, con una cuenta secreta de la que se ha olvidado la contraseña. Esto no significa que me he convertido en un ser amargado y cínico, no; si acaso, en todo lo contrario: con los años he aprendido a soñar más, a fantasear más, a esperar mejores ofertas... Pero aún no llega nadie con la llave adecuada que encaje en mi rebuscada cerradura.
Por todo esto, a veces me preocupa el inexorable paso del tiempo. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Acaso estoy manteniendo mis expectativas muy elevadas? ¿Tal vez mis sueños se han transformado en inalcanzables? ¿Tanto así han sido mis decepciones? ¿Tanto así son mis esperanzas? No lo sé. Y quisiera saberlo.
No quisiera hipotecar mis sentimientos para conformarme con menos de lo que espero, sólo que algunas noches de brillante luna llena, mi idílico Príncipe Azul parece deambular entre mundos fantásticos, inexplorados, lejanos, poco reales.
¿Dónde estás?
¿Dónde está la llave?
Por todo esto, a veces me preocupa el inexorable paso del tiempo. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Acaso estoy manteniendo mis expectativas muy elevadas? ¿Tal vez mis sueños se han transformado en inalcanzables? ¿Tanto así han sido mis decepciones? ¿Tanto así son mis esperanzas? No lo sé. Y quisiera saberlo.
No quisiera hipotecar mis sentimientos para conformarme con menos de lo que espero, sólo que algunas noches de brillante luna llena, mi idílico Príncipe Azul parece deambular entre mundos fantásticos, inexplorados, lejanos, poco reales.
¿Dónde estás?
¿Dónde está la llave?
3 comentarios:
Me alegra leer que no te has convertido en una especie de ermitaño y que aún conserves los sueños (si nos quedamos sin ellos qué nos queda?).
Bueno, yo tb soy de esas personas que van con un muro y que se dejan conocer poco. Con el tiempo he aprendido un poquito a dejarme ver más pq esa actitud puede hacer que pierda cosas, oportunidades..., supongo que me entiendes.
En cuanto a lo de todas esas preguntas, me encantaría poder responderlas. Lo que sí puedo decir es algo que quizá no te guste leer..., y es que ese príncipe azul no existe... Me explico, no busques a esa persona perfecta, con sus cualidades perfectas e idílicas pq todo el mundo va a tener cosas que no te gusten. Es cuestión de buscar y encontrar esa persona que, ya sea azul o amarillo, te haga descubrir cosas nuevas y sentir que todo lo que te rodea cobra sentido.
Pero tampoco me hagas mucho caso. Fíjate, los de El Señor de los Anillos la tienen tomada con un anillo, y tú con una llave. Cómo somos, eh :)
Un abrazo.
Ya ves, "Para..." me ha traído hasta tus palabras...
Y parece que sea la época en que todos ponemos a ventilar nuestras ilusiones, nuestras prisiones de afecto.
Estoy conforme en esto de que los príncipes azules no existen, pero sí creo en esa gente que entra en tu vida llenando el aire de chispas, sin querer, sin que lo quieras...y entonces ya no existen llaves, ni cerraduras, sólo un aire luminoso y febril.
Y para eso , como tú bien dices, no hay que dejar de soñar nunca, yo digo que quiero jugar siempre.
Me gusta lo que escribes.
Un afectuoso saludo.
Pues volvemos a las teorias de sarah Jessica Parker donde tu sin lugar a dudas Eres y seras siempre como Charlotte...cada cual asume las desilusiones de una forma diferente...yo no me he vuelto amargado,pero si un tanto cinico y sin lugar a dudas PRACTICO,como Kim Catrall y su inolvidable Samantha Jones...hablando de rol models...jejeje.
*GABO*
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